viernes, 26 de noviembre de 2010

cuando no aplicamos nuestros conocimientos

Buenas!

A veces conocemos la teoría pero  no la aplicamos bien. Y no nos damos cuenta! Por ejemplo, ante una negociación, es importante tener el máximo de información. Ejemplo, vamos al banco para pedir un préstamo, el director/a de la oficina, difícilmente cederá a nuestras pretensiones, nos dirá que tiene muchos clientes, que la oficina es muy rentable y que si no eres tu será otro cliente. ¿Pero nos creemos todo lo que dice? Él nos contará lo que le interese, pero aquí nuestra pericia puede salir a  la luz. Hablar con sus colaboradores nos será muy útil, ellos no estarán tan a la defensiva y nos dirán cosas que el director nunca dirá. Nos pueden “chivar” que la oficina no va tan bien como nos dice, que hay mucha presión de la central, que hay impagados…  Sabiendo esto, no creéis que es mucho más fácil conseguir mejores condiciones?
Pues bien, este ejemplo nos lo explicó Antonio Valls en una clase de negociación. Creía que me acordaba perfectamente, pero cuando iba a hacer lo mismo, me dirigía al “jefe”. Éste, ni tenía ganas, ni tiempo para soltarme lo que yo quería saber (de donde saca el producto que vende). Al cabo de tres días yendo a la tienda por cualquier tontería, empiezo a hablar con su ayudante, i “vualá”, ¿sabéis qué? Ya sé todo lo que quería saber!
 Conclusión: dificilmente la persona que con la que negocías te dirá lo que quieres saber, habla con sus colaboradores, su secretaria, sus trabajadores, saca tu pericia y obtén la  información que te interesa.

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